Cierra los ojos y olvídate del frenesí diario.
Date un respiro y lee despacio.
Imagina un precioso prado, pintado de todas las tonalidades del verde y el marrón. Coronado de un cielo azul intenso.
Imagina un huertecillo ecológico. Espléndido, repleto de verduras y cereales, con un espantapájaros que habla con los insectos y pajarillos y baila al son del viento.
Imagina una bonita granja, donde las ovejas se pasan las mañanas tricotando, los caballos y los asnos danzan al son de las campanillas, los patos se divierten en los charcos y los conejos hacen la siesta en blanditas balas de paja.
Imagina una vida más lenta, en conexión con la naturaleza.
Imagina bonitas coronas, mochilas, babis, batas, cojines de guardería,... que desprenden toda la esencia del campo y la naturaleza.
¡Nosotros la hemos imaginado así y así te la hemos plasmado!
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