Para acabar este mes de los Littlechefs, queremos dejaros una receta diferente, pero en este caso, el objetivo no es comérsela, sino que vamos a utilizarla para jugar con los pequeños sin miedo a que se la meten en la boca y puedan intoxicarse. Vamos a hacer plastilina comestible o no tóxica. Muchos de vosotros ya la conoceréis pero para quien no, ahí van dos recetas para que podáis probar.
Plastilina con base de maizena
En este caso se va a necesitar la ayuda de los papás pero podrán jugar hasta cansarse.
Ingredientes:
- 1 taza de maizena
- 2 tazas de bicarbonato de sodio
- 1 1/2 tazas de agua fría
- Colorante alimentario (opcional)
Elaboración:
Mezclar los ingredientes y ponerlos en una olla a fuego lento hasta que se forme una masa espesa.
Retirar del fuego y cubrir la plastilina con un paño húmedo.
Dejar que se enfríe antes de usar.
Tomar porciones de plastilina y sellarlas con goma laca. (Esto le da un acabado espectacular pero convierte la plastilina en no apta para menores de 3 años).
Plastilina Comestible para hornear
Esta plastilina es ideal para crear adornos y joyas para que ellos se diviertan y puedan regalar a sus amigos y familiares... ¡Una super opción!
Ingredientes:
- 4 tazas de harina
- 1 taza de sal
- 1 1/2 tazas de agua
Elaboración:
Mezclar los ingredientes para formar la plastilina.
Almacenar la plastilina casera en un recipiente sellado hasta que no sea usada.
Hornear las piezas terminadas en una bandeja para horno a 175ºC durante aproximadamente una hora o hasta que la plastilina esté ligeramente marrón alrededor de los bordes.
Enfriar las piezas de plastilina horneadas sobre una rejilla antes de manipularlas o pintarlas.
¡Esperamos que os gusten y que podáis aprovecharlas y divertiros con vuestros pequeños!
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